lunes, 17 de noviembre de 2014

Amanecer


El amanecer era azul, verde, era morado, rosa, rojo, amarillo y en el fondo, entre las nubes, el sol despuntaba de forma extraña; parecía más una luna gigante con un brillo frío que no se adueñaba del paisaje y sin embargo, irradiaba pintando el cielo de colores. Por debajo de él, una nube oscura tronaba, combatía con otra y entre los morados pintaban de rayos un horizonte distante.
Ella nunca despertaba a esa hora y tampoco lo había hecho ese día, más bien le cayó la mañana en vela, como tantas veces, sin embargo, jamás había visto el alba tan sorprendente. La necesidad de un cigarro la llamó a la terraza, como si Zeus cantara con su voz ronca sobre sus urgencias. Los ojos se adelantaron al cuerpo y la visión era tan esplendorosa, que la ansiedad se disipó y contempló con devoción la belleza que pensaba extinta. Cuando la chispa de la finitud asechó su cabeza, la urgencia se transformó en otra.

- Omar, por favor, pásame la cámara.
- Nooo, hace frío ahí afuera.
- ¿Frío?

No lo había sentido hasta ese momento. Era verdad, estaba helando, pero el cuerpo temblaba tan estremecido por la imagen que no cedía un brazo para otro escalofrío.
Necesitaba la cámara ahora. No era el deseo de retratar una imagen perfecta, era anhelo de capturar un instante de su vida, de congelarlo para revivirlo infinitamente… como te hubiese gustado congelar la sensación del primer beso, del justo instante en que viste tus ojos reflejados en otros y entendiste que estabas enamorado, del mismo modo que quisieras guardar en un cajón accesible las manos de tu madre, para ser confortado cuando más lo necesites, como me gustaría coleccionar el aleteo de una mariposa, el día más bello del verano, las lágrimas de mi mejor amigo, el primer contacto luminoso con la vida.
Ella quería salvar esa visión, que sus ojos no se atrevían a abandonar un segundo, pues sabía que a un momento de desviar la mirada, se perdería para siempre; pero no sólo perdería la imagen, si no la sensación fugaz, fantástica y tónica de que todo, a partir de ese instante estaría bien.

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