martes, 23 de marzo de 2021

Noticia

 A quien me lea:

No sé a quién pueda interesarle pero, les comparto la buena noticia de que pronto tendremos reedición de Doce Reflejos de Blancanieves. Habrá edición impresa de bolsillo y pasta dura, así como una edición virtual, por lo mismo, y por contrato, tendré que eliminar de este soporte los cuentos de esa colección. Tienen un mes para leerlos gratis y en cuanto salga la edición compartiré el link aquí mismo.

Buena vida 

Un abrazo



Los duelos ajenos

 Lo de Paul fue en 2017, ya es 2021 y ha pasado tanto... 4 años desde mi trastorno de ansiedad generalizada y poco a poco creo exorcizar el terror de perderlos a todos, aunque lo siento como un eco en la distancia que se hace más reverberante  en tiempos de Covid. A veces creo que entre más sola estoy, me vuelvo más inmune a la pérdida, luego sé que la pérdida es un mosquito asechando por la noche, nunca se sabe cuando te va a picar, pero si te va a picar preferirías que lo hiciera rápido y te dejara dormir, no que además viva zumbándote en el oído. 

Desde que Paul fue asesinado he perdido tanto, han pasado cosas peores. Diego, mi primo, el lindo y tierno Dieguito a quien le regalé cuando era niño "El ruiseñor y la rosa", con el que fui hacía unos meses a un rancho de cabras y nos lamentamos juntos de que mataran a los cabritos, presuntamente asesinó a mi tía Malena, su mamá y si la vida me ha zarandeado ha sido en el terreno de la fe y la confianza. Hay que decepcionarse un millón de veces para empezar a entender que hasta el diamante se rompe con la justa presión y lo que ves es la mitad de lo que es. No se puede confiar en nada ni nadie absolutamente, todos en el fondo nos sentimos buenas personas y justificaremos el peor de nuestros actos hasta engañarnos a nosotros mismos. Millones de preguntas me asfixian: ¿Qué es ser una buena persona? ¿Quién pone los límites? ¿la ley, la moral, la popularidad? Bien y mal son conceptos de normas y límites en las relaciones humanas, sólo eso. Si todos nacemos buenos ¿nacemos también egoístas? ¿la bondad y el egoísmo se llevan? ¿Qué es verdaderamente la justicia? Pero no volvió de lleno la ansiedad.

Vino la pandemia. Mi mamá se enfermó, no corrí a estar con ella cuando creí que la perdería y eso me persigue hasta ahora, ¿soy mala hija? ¿soy mala? Mi mamá estuvo ausente más de la mitad de mi vida, ¿eso me justifica ante mí, ante otros? Soy la hermana mayor y huyo a sentirme responsable de todos, pero me siento responsable de todos modos. Pero no volvió de lleno la ansiedad.

 Se suicidó Gabriel y aunque no es mío para velar, sigo transitando el duelo. Sí me ha rondado la ansiedad muchas noches, pero no como esa vez.

Me siento en un hilo, sobreviviendo.

Ha pasado tanto y lo de Paul todavía me deshace, ¿por qué? Hoy abrí facebook y el cartel de un muchacho que desapareció en Temixco vino a recordarme que Paul en 2017 desapareció en Temixco también y al temer por el destino de este joven,  me atreví después de años, a buscar noticias una vez más y encontré que su presunto asesino está detenido. No pude más que derramar mi alma sobre la almohada. En 2018 me desmayé literalmente, después de leer en Facebook una noticia sobre un cuate que asesinó a su amigo y lo descubrieron porque publicó sus condolencias antes de que se hubiera hecho pública la noticia y pensé en Paul, en el terror de que alguien cercano pudiera haberle hecho daño. Me dio un rush de adrenalina como si yo debiera hacer algo, descubrir a su asesino por mi propia cuenta y a la vez me pegó en seco la ansiedad de sentirme tan impotente. Sentí que aunque quisiera actuar no debía, porque yo no estaba en su grupo de amigos más cercano, porque hacer algo podría significar para los demás una falta de respeto, quererme apropiar de su dolor, y a la vez una culpa infinita por no estar haciendo nada, por vivir todo el proceso de su desaparición de forma pasiva, cuando en el perímetro de los hechos yo estaba realmente devastada y sigo. Quería voltear al mundo, ir a su funeral, pero no conocía a nadie ahí y los que estuvieron tiene más razones para sufrir que yo. No me sentía digna de estar.

Esta sensación de tener un luto a cuestas y no sentirte con derecho a atravesarlo se siente como la indefensión aprendida, peor que gritar bajo el agua, es como como cuando gritas ente la multitud y la gente te escucha pero no le importa. Me remite a esa sensación como cuando eres abusada y hay una parte instintiva  con ganas de morder y rasguñar a la persona que te está haciendo daño, pero tu mente argumenta que sólo será peor, que no tiene caso. Es desgastante, tú, como la gente, te preguntas ¿por qué no hice nada? y no tienes respuesta, sólo una sensación de ser impotente y diminuta, más capaz de aguantar que de enfrentar, porque el que aguanta sólo vive internamente con sus consecuencias, con su propio juicio; el que enfrenta tiene que vivir sus consecuencias externamente y exponerse además al juicio de todos. 

Me pasa también con Gabriel, pero no puedo, como otras personas más cercanas, hablar de eso, especialmente no con las personas más cercanas porque me pesa robarle lluvia a su nube negra. Nos pasó a todos, pero a ellos les pasó más, uno piensa. Tan irrespetuoso como hablar de tu terror a Covid con alguien que perdió a su familia a causa del Covid. 

Me recuerda al argumento "hay gente que lo está pasando peor que tú, hay gente que muere de hambre en África, ya, ya, sacúdete las lágrimas, sonríe, se feliz". Como si fuera tan fácil... 

Una cosa no niega la otra. Hay diferentes razones para que te lleve la chingada, pero cuando te lleva, te lleva. 

Uno como mujer tiene en la punta de la lengua todas las palabras que la gente ha usado para hacerte gaslighting toda tu vida, para hacerte gaslighting tú misma en tus momentos más vulnerables: Dramática, exagerada, seguro no sientes lo que sientes y estás namás queriendo llamar la atención, son tus caprichitos de siempre, patética, chillona, crees que alguien le importa, crees que el fantasma de Paul te va a visitar o acompañar cuando en vida te dejaba en visto los mensajes... estás incomodando a las personas con tus dramas, no te das cuenta? Luego miras hacia atrás y te das cuenta que has logrado ser más cruel contigo misma de lo que han sido quienes te hicieron daño. 

He querido ser buena toda mi fkn vida, no ser conflictiva, pedinche, ser responsable, ayudar a poner la mesa, no incomodar aunque yo esté exageradamente incómoda. No meterse en problemas, ha sido el más grande problema de todos.

¿Por qué a pesar de todo lo de Paul me pegó tanto?

Hay duelos no reconocidos, duelos que "no nos pertenecen" porque no nos sentimos dignos de sufrir por la perdida de alguien que no era tan cercano a nosotros y sin embargo impactaba nuestra vida, y su muerte, pese a no estar en nuestra "jurisdicción" nos afecta y a veces nos devasta, pero era "de alguien más", de alguien que queremos y era más cercano; en caso de Gabo Sel, y no sentimos el derecho a desmoronarnos porque número uno, somos el círculo de confianza de estas ´personas y tenemos que estar "bien" para ellos, número dos, vemos a estas personas aparentemente estoicas mantenerse en pie y no podemos pasar por más vulnerables que ellos, no podemos pedirles que nos consuelen por una pérdida que es más de ellos, aunque quizás no tomamos en cuenta que ellos, por tener más cercanía podrían tener más acceso a un cierre desde dentro, que nosotros en el perímetro; porque nosotros no nos damos espacio para expresar, porque no nos quedamos con nada físico que nos recuerde, nos sentimos con derecho a invocarlos en sueños, a charlar con ellos en la ducha, para nosotros sólo están perdidos, continúan perdidos. Los recordamos y nos conmueve pero no tenemos con quien compartirlo, es una voz bajo el agua y hay una culpa de mencionarlos,  como si alguien pudiera pensar que invocamos su ausencia para apropiarnos de su tragedia y darnos un negro matiz de importancia. Es raro pero el dolor, la tristeza, la ansiedad son socialmente rechazados, porque se entienden como chantaje emocional, y cuando no se justifica en la cercanía, el duelo es más lento, más conflictivo, se acaba negando ante los demás como los celos y gran parte de la ansiedad viene de una necesidad de no incomodar a los demás, de aguantar.

Me imagino que esto pasa también entre padres e hijos, hermanos mayores y menores, grupos de amigos, parejas vs. exnovios. ¿alguien más lo ha vivido?