lunes, 17 de abril de 2017

Áticos y Sótanos

Sueños de áticos y sótanos... de fantasmas. Es como mi nuevo sueño recurrente. Siempre que estoy ahí es un lugar familiar, mi casa (aunque rara vez vivo en ella), una casa que ha estado en mi familia por generaciones y es enorme, llena de habitaciones, escaleras, últimamente puentes... y tiene algún cuarto secreto. El ático o el sótano. Varía según el sueño si es un cuarto subterráneo o es el lugar más alto de la casa, pero es secreto. Yo sé de su existencia como un legado, pero poca gente sabe que está ahí y sé que hay algo importante dentro: un secreto maravilloso, un misterio y casi siempre hay fantasmas. Algunas veces es una casa en la montaña, a la mitad del bosque y da mucho miedo ir ahí de noche. Algunas veces hay un pasadizo en el que uno tiene que arrastrase por debajo de la casa para encontrar la entrada. Los fantasmas dan miedo, pero normalmente son amigables al fin de cuentas, son familiares que nunca conocí, gente admirable pero con grandes perturbaciones que murió y yo me siento empática con ellos, en algunos casos quiero salvarlos o protegerlos, o quedarme con ellos por siempre... a veces cantan. Me encanta sentir que no me da miedo lo que a otros aterra y siempre me siento inquieta por ir a esos lugares aunque sienta esa adrenalina de que todo puede salir mal. El penúltimo que tuve fue más terrorífico. La casa en la montaña tenía un ático y había algo más terrible ahí que en los otros sueños. Me daba miedo estar en esa casa. Creo que los fantasmas estaban en toda la casa, ya no en el ático y tuvimos que irnos, pero algo olvidé y tuve que volver aunque era de noche.
Esto me recuerda algo que sí me pasó y que me marcó en la infancia. Salí de casa de mi tío Fausto, era una casa grande y con escaleras ciertamente... había estado jugando y cuando fue hora de irnos olvidé algún juguete. Mi mamá y su esposo estaban estacionados a la vuelta de la esquina y se les hizo fácil mandarme por él. Creo que nunca había ido sola a ninguna parte. Caminando por la calle había una mujer con una apariencia extraña, tenía un maquillaje muy marcado de rubor, muy delgada y estaba hablando (sola al parecer), pero como me habían educado y no la escuché bien, le pregunté "¿Mande?" y la mujer me aventó con una fuerza impresionante contra la pared y no sé qué gritó muy cerca de mí. Yo estaba aterrada, pensé que a lo mejor era un robachico y no volvería a ver a mi mamá. Grité "mamá" con todas mis fuerzas, pero ella no me escuchó. Salió la sirvienta de mi tío y me rescató. No recuerdo si la auyentó o cómo fue, pero volví por mi juguete y todo bien, pero el terror de ese encuentro me hizo sentir que era inútil gritar por ayuda o pedir ayuda a mi mamá, o gritar de hecho...
El caso es que tenía que volver a la casa y la cosa que olvidé estaba en el ático. Creo que era un libro. Cuando llegaba al ático tenía que escalar por unas vigas y cuando estaba en lo más alto estaba escrito algo sobre Satanás en la viga que estaba parada. Algo tipo "Salve Satán" o parecido, pero eran unas palabras en latín, creo que me desperté y lo busqué en google en todos los idiomas posibles, pero no existían las palabras. Había un libro de magia y sentía verdadero horror.
No recuerdo mucho más, pero me remite un poco a lo que Jordi me dijo: que fui una bruja en otra vida y todavía tengo lazos con Satán por cierto pacto y debo liberarme...
No es que lo crea como tal, pero es raro que en cierta parte irracional de mí, tiene algo de sentido.

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